martes, 26 de abril de 2011

Reflexiones I

Cuando solo se escucha el piar y el aleteo del último vuelo de los pájaros, en el atardecer, se siente tan bello el verde…
 Las flores mórbidas y brillantes de sol diurno se balancean por las brisas casi imperceptibles cuando vienen a libar su último trago  las abejas y los colibríes.
Y yo puedo pensar, en esa calma, que todo el planeta es una trampa atractiva, un espacio de vidas efímeras y  de glorias momentáneas rodeadas de azul , en un pequeño guijarro casi redondo que flota perdido en el esplendor del universo.


1 comentario:

Susana dijo...

HERMOSO BEA !!!!!!!!!!!!!!!!!!! DELICADO, BREVE, PUDE SENTIRME FELIZ ALLI !!!