Cuando solo se escucha el piar y el aleteo del último vuelo de los pájaros, en el atardecer, se siente tan bello el verde…
Las flores mórbidas y brillantes de sol diurno se balancean por las brisas casi imperceptibles cuando vienen a libar su último trago las abejas y los colibríes.
Y yo puedo pensar, en esa calma, que todo el planeta es una trampa atractiva, un espacio de vidas efímeras y de glorias momentáneas rodeadas de azul , en un pequeño guijarro casi redondo que flota perdido en el esplendor del universo.
1 comentario:
HERMOSO BEA !!!!!!!!!!!!!!!!!!! DELICADO, BREVE, PUDE SENTIRME FELIZ ALLI !!!
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